"Descubrir cosas de nuestros antepasados es lo mejor que podemos hacer entrar en ese mundo de cosas hermosas música diseños religión por eso te invitamos a que explores con nosotros en este mundo tan maravilloso"
LA MÚSICA EN LA CULTURA CHIBCHA
TUNAROSA TORRES DIANA MARCELA
RODRIGUEZ HERNANDES FRANCY ESTEFANIA
COLEGIO REINO DE HOLANDA I.E.D.
ARAEA EDUCACION ARTISTICA
ESPECIALIDAD EN ARTE
MODALIDAD
MÚSICA
CURSO 11-02 J.M
BOGOTA D.C
AÑO 2012
TABLA DE CONTENIDO:
INTRODUCCION
Este proyecto trata sobre
la música en la cultura indígena
específicamente en la cultura chibcha.
Se refiere a la forma como este grupo indígena asimiló la aculturación
de los españoles y cómo fueron cambiando sus costumbres hasta llegar a quedar
en el anonimato.
Por medio de este trabajo
queremos dar a conocer la música de esta cultura a una parte de los estudiantes
del colegio Reino de Holanda. Con la intensión de recuperar esta música que no
quede en el pasado ya que es nuestra
memoria musical ancestral
1.
EL PROBLEMA
1.1 DESCRIPCION DEL PROBLEMA
Muy poco se conoce de la
cultura chibcha y peor aún, no se le asocia con los pueblos situados en el
altiplano boyacense. En nuestro caso,
como estudiantes de la especialidad de arte, modalidad música del colegio Reino
de Holanda, a través de este trabajo
pretendemos aprender más acerca de este grupo indígena y luego darlo
a conocer a otras personas que al igual
que nosotros desconoce esta cultura.
1.2. FORMULACION DEL PROBLEMA
¿Qué aspectos de la música
de la cultura Chibcha aún existen en
esta época?
1.3.
OBJETIVOS
1.3.1. OBJETIVO GENERAL
Aprender sobre la música dentro de la cultura Chibcha y darla a conocer a otras
personas.
1.3.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS
1.3.2.1. Indagar sobre
lo que quedó de esta cultura, lugares y música.
1.3.2.2. Dar a conocer la cultura chibcha
y mostrar su importancia.
1.3.2.3.
Indagar sobre
la música de este grupo indígena y realizar una muestra a nivel musical.
1.4.
JUSTIFICACIÓN
A
pesar de ser un producto de una trietnia cultural, los colombianos tenemos
pocos o ningún conocimiento acerca de nuestros ancestros indígenas. Es por esta razón que se presenta este
proyecto como una forma de aprender sobre la cultura Muisca (forma de pensar,
de ver el mundo, sus costumbres, entre
otras).
Específicamente
se pretende conocer de su música pues se ha dicho que esta tiene un significado
mágico-religioso y creemos que conocer sobre sus diferentes ritmos y
tonalidades en sus ritos, rescatar esta música dándola a conocer e interpretándola,
es de gran importancia tanto para nosotros como estudiantes, como para nuestra
comunidad, porque podremos conocer un poco más de nuestros ancestros.
Existe
una revisión y recopilación de la mitología Muisca como parte de un trabajo más
amplio sobre el tema. Tomando diferentes
fuentes bibliográficas presenta su propia versión de la mitología Muisca.[1]
MUISCA
Esta
denominación procede del apelativo con que los conquistadores los designaban
por su número, asociándolos con enjambres de moscas. En efecto, su población al período de la
conquista, ha llegado a estimarse hasta en un millón de habitantes, asentados
principalmente en la zona de la Sabana de Bogotá y hacia el norte de ésta.
Los
muiscas, o chibchas del altiplano constituyeron una de las culturas más
florecientes de América prehispánica, con un apreciable desarrollo tecnológico
que incluyó el manejo de los metales semiduros.
Fuera de eso, la medicina y la organización económico-social llegaron a
un notable grado de adelanto. En el
plano conceptual, su literatura fue tan rica, que aún parte de sus contenidos
sobrevivieron a la negación y al bloqueo cultural, política sistemática de la
Corona, expresada en toda América, con el fin de desarraigar culturalmente a
los pueblos aborígenes y fortalecer la dominación.
Esta
es una de las razones por las cuales no se conservan textos auténticos de
aquella literatura, sino versiones y relaciones argumentales, generalmente muy
contaminadas ideológicamente, además de latinizadas y despojadas de su
morfología, lo que apenas les deja un menguado valor como sola información,
pero desafortunadamente no como literatura.
Hoy
los descendientes muiscas se han asimilado a la población campesina
cundiboyacense, conservados en buena proporción como etnia, pero no como
cultura.
Algunos
textos fueron condensados según diversas
tradiciones y compendiados por Walter Krieckberg.[2]
Estos
textos hacen referencia a mitos y
leyendas de la región cundiboyacense, pero no hace ninguna referencia al tipo
de música que este grupo desarrollaba.
ORÍGENES DE
LA CULTURA CHIBCHA O MUISCA.
Los Muiscas o
Chibchas eran un grupo étnico proveniente de Centroamérica, y se cree arribaron
en una primera oleada durante el siglo VI a. C. Descubrimientos arqueológicos
dejan constatar que en un principio eran grupos de pescadores y agricultores
que se asentaron en el altiplano Cundiboyacense; específicamente, este grupo se
ubicaba en parte del territorio de lo que actualmente hoy es Colombia, en las
altiplanicies andinas de Bogotá y Boyacá. A diferencia de otros grupos de
Sudamérica, los Muiscas lograron un desarrollo cultural mucho mayor, y se les
considera dentro del estamento medio de desarrollo cultural, en comparación con
otros grupos de la zona. Dentro de sus expresiones culturales es destacable el
manejo de la orfebrería, que debido a la inmensa cantidad de oro usado en sus
elaboraciones, desató durante el siglo XVI el mito de El Dorado entre los
conquistadores españoles; también desarrollaron el uso de la cerámica, mitos y
leyendas bien elaborados, la caza, la pesca y la agricultura
ORGANIZACIÓN
SOCIAL.
De acuerdo a su
función los individuos estaban organizados en estamentos dentro de la sociedad:
• En primera
instancia la comunidad Chibcha estaba dividida en cinco cacicazgos, el primero:
“ Bacatá (Dominio del Zipa), Hunza (Dominio del Zaque), Guatativa, Susa y
Tundama.” (Tomado de RENA). Estos caciques y sus familias representaban el
sector superior de la sociedad, detentando la mayor cantidad de privilegios.
• Posteriormente, con
una misma importancia se ubicaban los sacerdotes (Jeques) y los guerreros
(Guechas), quienes asistían a los caciques en las labores propias de su campo y
conformaban concejos de consulta político-militar para cuando los caciques lo
necesitaran.
• Luego se ubicaban
los trabajadores de la tierra, los comerciantes y los artesanos, éstos no
gozaban de privilegios políticos ni administrativos dentro de los puestos de
gobierno.
• Finalmente, estaban
los esclavos, quienes generalmente eran prisioneros de guerra que quedaban bajo
el mando de las familias privilegiadas para realizar actividades de
servidumbre.
La base de la
sociedad Muisca.
La sociedad Muisca
estaba fundamentada en la familia, constituida en grupos formaba los clanes y a
su vez, éstos formaban la tribu. Dichas tribus constituían la confederación,
“Las dos confederaciones principales eran las de Bacata o Bogotá y Hunsa o
Tunja”. La herencia se establecía mediante la línea materna, ya que los Muiscas
consideraban a los hijos como miembros de la comunidad de su madre.
Es destacable el
hecho de que únicamente la nobleza practicaba la poligamia. Las tribus al igual
que la sociedad en general estaba estructurada en los estamentos explicados
anteriormente, es por ello que los trabajadores de la tierra y los artesanos
debían rendir tributo al cacique de la tribu y a su familia, mediante la
entrega de ofrendas obtenidas del trabajo manual, mientras que los caciques,
sacerdotes y guerreros conformaban la esfera del poder político y militar de la
tribu.
LA CULTURA
MUISCA: LA COSMOGONÍA DE LO NATURAL.
La Religión: “Creían que en el
principio de los tiempos el mundo estaba sumergido en tinieblas. Un ser
supremo retenía la luz y súbitamente empezó a emitir los primeros rayos y dio
principio a la creación haciendo que unas aves negras
surcasen los espacios repartiendo aire luminoso por sus picos.” (Tomado de
Misterios de nuestro mundo). Adoraban especialmente al sol (Sué ), a la luna (Chía) y al agua (Sía); respetaban
especialmente al agua y todos los fenómenos naturales eran temidos y adorados
por ser productos de las deidades.
Zipa y Zaque, representación de los caciques
Arquitectura: Las
construcciones Muiscas eran hechas de barro y caña principalmente, existieron
dos formas generales, las rectangulares y la cónicas, ambas poseían puertas y
ventanas y contenían un mobiliario muy sencillo llamado Barbacoa hecho de paja
también. Las construcciones de los caiques y jefes de la confederación eran de
un tipo diferente a su vez que contenían mayor comodidad y lujos.
Representación de las viviendas muiscas
En la cosmogonía muisca,
siempre está presente un elemento de importancia: el agua. Las lagunas son
santuarios naturales. Las mujeres van cerca del río para dar a luz. Las
jóvenes, al llegar a la pubertad, se bañaban en un baño ritual, en el río. Los
nuevos caciques acuden a las aguas, para lograr el apoyo de sus súbditos.
MITOS
MITO DE BACHUÉ
Esta leyenda cuenta
que hace muchos años, cuando aún no había hombres, casi toda la tierra estaba
bajo las aguas, inclusive el territorio de la región de la actual Tunja. Allí
habitaban los indios Chibchas o Muiscas. Al norte de esta región, había grandes
lagos: el Tijacá y el Hunza. En medio de estos y en lo alto de la montaña, se
ubicaba la bella Laguna de Iguaque. Esta zona era consideraba sagrada.
Cuenta esta hermosa
historia que los Chibchas creían que, antes del nacimiento del primer hombre,
de las aguas de alguna de las lagunas sagradas nació una bella mujer que se
hacía llamar Bachué. Junto a ella, de su mano, caminaba también un angelical
niño de unos tres años de edad.
Bachué se dedicó a buscar un lugar
seguro, donde pudiera vivir tranquila. Entonces pensó que lo mejor era bajar de
la montaña hacia el valle, en donde se encuentra el pueblo de Iguaque, pues el
clima era menos frío. Al llegar al sitio escogido, Bachué construyó una casa
para vivir con el niño, tiempo después, el niño se hizo hombre y entonces se
casó con Bachué.
Este matrimonio les permitió que poco
a poco la tierra se fuera poblando de personas, pues cada vez iban de un lugar
a otro, fundando territorios y dejando hijos en cada uno de estos sitios. Dicen
que en cada parto, Bachué tenía entre cuatro y seis bebés.
Después de muchos años, cuando Bachué
y su esposo ya eran ancianos, vieron que había mucha gente en muchos lugares,
entonces tomaron la decisión de volver al sitio de donde salieron por primera
vez. La pareja, tomada de las manos emprendió el camino hacia Iguaque, y el pueblo,
entristecido por su partida, iba detrás.
Al llegar a la laguna, Bachué habló a
sus hijos dándoles un mensaje para que mantuvieran la paz y el equilibrio entre
ellos y la naturaleza. En medio de las lágrimas se despidió, tomó de nuevo la
mano de su esposo y caminó con él hacia la orilla de la laguna. Con sólo pisar
el agua, Bachué y su marido, se convirtieron en dos inmensas serpientes, se
sumergieron en la laguna y desaparecieron.
Se decía que Bachué a veces se
presentaba ante los indios que la invocaban para pedirle auxilio y para
agradecerle los favores que habían recibido de ella
MITOS DE LOS DOS CACIQUES CREADORES
Según las
creencias de los muiscas del cacicato de los zaques, en el principio del mundo
todo se encontraba en completa oscuridad y solamente existían dos caciques: El
cacique de Sogamoso o Iraka, y su sobrino, el cacique de Ramiriquí.
Para poblar
la tierra determinaron hacer todas las personas: A los hombres de tierra
amarilla y a las mujeres de hierbas y tallos huecos y verdes.
Como todo en el universo era oscuridad, el cacique de Sogamoso ordenó a su sobrino Ramiriquí que subiera al cielo y se convirtiera en sol para alumbrar al mundo, lo cual hizo. Sin embargo, como era luz no bastaba para alumbrar la noche, el mismo cacique Sogamoso se convirtió en luna. Desde entonces los indígenas de estas regiones adoran al sol y a la luna y realizan anualmente sus conmemoraciones rituales.
Como un recuerdo a la creación del sol y de la luna por los caciques de Iraka y Ramiriquí, los chibchas celebraban en Sogamoso la llamada Fiesta de huan, la cual se hacía en el último mes del año. En dicha fiesta salían doce indios vestidos de colorado con guirnaldas de plumas vistosas y pequeños pájaros, capitaneados por un indígena vestido de azul. Todos cantaban y recordaban "cómo todos ellos eran mortales y se habrían de convertir en ceniza, sin saber el fin que habrían de tener sus almas". Sus cantos eran tristes y conmovedores.
El mito de los dioses creadores hizo de Ramiriquí y del cacicato de los zaques de Tunja la zona chibcha de mayor adoración al sol. En la sucesión del cacicato del zaque de Tunja, su heredero no era el hijo mayor, sino su sobrino, hijo de la hermana mayor de Ramiriquí.
El cronista Fray Pedro Simón, en su obra Noticias Historiales, describe el mito de los caciques creadores según las tradiciones en el cacicato de los zaques de Tunja:
"Cuando amaneció y había cielo y tierra y todo lo demás de ellos y de ella, fuera del sol y la luna, y que así todo estaba en oscuridades en las cuales no había más personas que:el cacique de Sogamoso y el de Ramiriquí o Tunja (porque en estos dos pueblos nunca hubo más de un cacique o señor y fue el que lo era de toda la provincia). Estos dos caciques dicen que hicieron a todas las personas, a los hombres de tierra amarilla y a las mujeres de una yerba alta que tiene un tronco hueco. Estaban todavía las tierras en tinieblas y para darles luz mandó el cacique de Sogamoso al de Ramiriquí que era su sobrino,se subiese al cielo y alumbrase al mundo hecho sol, como lo hizo, pero viendo que no era bastante para alumbrar la noche, subióse el mismo Sogamoso al cielo e hízose luna con que quedó la noche clara...
Esto, según se cuenta sucedió por el mes de diciembre y así en recuerdo y memoria de este suceso hacían los indios de esta provincia, en especial los sogamosos, en este mes, una fiesta que llamaban HUAN, en la que después de estar juntos, salían vestidos todos de colorado con guirnaldas y chasines que cada una de ellas se remataba en una cruz y hacia la frente llevaba un pájaro pequeño. En medio de estos doce de librea estaba otro que tenía azul y todos estos juntos cantaban en su lengua cómo todos ellos eran mortales y se habían de convertir los cuerpos en ceniza, sin saber el fin que habían de tener sus almas".
Como todo en el universo era oscuridad, el cacique de Sogamoso ordenó a su sobrino Ramiriquí que subiera al cielo y se convirtiera en sol para alumbrar al mundo, lo cual hizo. Sin embargo, como era luz no bastaba para alumbrar la noche, el mismo cacique Sogamoso se convirtió en luna. Desde entonces los indígenas de estas regiones adoran al sol y a la luna y realizan anualmente sus conmemoraciones rituales.
Como un recuerdo a la creación del sol y de la luna por los caciques de Iraka y Ramiriquí, los chibchas celebraban en Sogamoso la llamada Fiesta de huan, la cual se hacía en el último mes del año. En dicha fiesta salían doce indios vestidos de colorado con guirnaldas de plumas vistosas y pequeños pájaros, capitaneados por un indígena vestido de azul. Todos cantaban y recordaban "cómo todos ellos eran mortales y se habrían de convertir en ceniza, sin saber el fin que habrían de tener sus almas". Sus cantos eran tristes y conmovedores.
El mito de los dioses creadores hizo de Ramiriquí y del cacicato de los zaques de Tunja la zona chibcha de mayor adoración al sol. En la sucesión del cacicato del zaque de Tunja, su heredero no era el hijo mayor, sino su sobrino, hijo de la hermana mayor de Ramiriquí.
El cronista Fray Pedro Simón, en su obra Noticias Historiales, describe el mito de los caciques creadores según las tradiciones en el cacicato de los zaques de Tunja:
"Cuando amaneció y había cielo y tierra y todo lo demás de ellos y de ella, fuera del sol y la luna, y que así todo estaba en oscuridades en las cuales no había más personas que:el cacique de Sogamoso y el de Ramiriquí o Tunja (porque en estos dos pueblos nunca hubo más de un cacique o señor y fue el que lo era de toda la provincia). Estos dos caciques dicen que hicieron a todas las personas, a los hombres de tierra amarilla y a las mujeres de una yerba alta que tiene un tronco hueco. Estaban todavía las tierras en tinieblas y para darles luz mandó el cacique de Sogamoso al de Ramiriquí que era su sobrino,se subiese al cielo y alumbrase al mundo hecho sol, como lo hizo, pero viendo que no era bastante para alumbrar la noche, subióse el mismo Sogamoso al cielo e hízose luna con que quedó la noche clara...
Esto, según se cuenta sucedió por el mes de diciembre y así en recuerdo y memoria de este suceso hacían los indios de esta provincia, en especial los sogamosos, en este mes, una fiesta que llamaban HUAN, en la que después de estar juntos, salían vestidos todos de colorado con guirnaldas y chasines que cada una de ellas se remataba en una cruz y hacia la frente llevaba un pájaro pequeño. En medio de estos doce de librea estaba otro que tenía azul y todos estos juntos cantaban en su lengua cómo todos ellos eran mortales y se habían de convertir los cuerpos en ceniza, sin saber el fin que habían de tener sus almas".
LEYENDAS
Así como existen otras tantas
historias, hay una en la que un hombre debido a una extraña enfermedad no podía
tener sueños. Sus coetáneos acudieron en su ayuda, pues si los perros, y los
gatos, aullaban y ronroneaban, igual que otras especies animales, por qué éste,
no? Cuándo ud. no ha visto un perro, soñando? O si no, entonces en qué quedaron
los experimentos de Pavlot? Podemos deducir que los animales también sueñan. Se
decidió entonces que tenía que prestarse una mayor atención para que los sueños
afloraran como el de todos los humanos en donde la imaginación y la realidad se
confundieran mientras la vida a través del tiempo nos infundía nuevas
experiencias que se traducirían en expectativas, que a la larga eran otros
sueños de un mejor bienestar. Hay sueños de sueños. Decidieron contarle cómo en
las cuevas de Altamira se encontraron unas pinturas rupestres de nuestros
antecesores primigenios, que daban vida a la realidad que éstos tenían. Hombres
que estaban expuestos a la lucha por la sobrevivencia de la especie. Y que para
poderla conseguir se habían reunido en esas cuevas, y habían acudido a sus
imaginaciones para que sus sueños se hicieran realidad. Habían orado a su
manera, y se habían ido a su faena. A la caza. Primero la habían soñado,
dibujando los animales maestramente en esas cavernas, y después habían
conseguido lo que soñaban. El hombre comenzaba a entender algo sobre los
sueños. Los antiguos que estuvieron indefensos ante las leyes de la naturaleza,
para conseguirse el sustento tuvieron que abordar primero a sus dioses para que
la caza del bisonte se hiciera realidad. Después supo que en esas mismas
tierras, miles de centurias después, el Cid campeador había terminado por
expulsar a los Moros cabalgando muerto, y que gracias a esa victoria un nuevo
sueño para el hombre se haría realidad. Un nuevo mundo. Especies de animales y
vegetales asombrarían a aquellos hombres, con los que nunca habían soñado. Pero
una pesadilla vendría con esos sueños. Con los Moros también se habían ido los
judíos y con ellos todo lo que pudo haber sido prosperidad. El oro que
representaba para la mayoría que iba en pos de esas nuevas tierras,
representaría el atraso para los Españoles mientras los Ingleses con la
revolución industrial serían los dueños del mundo, y con ellos nuevos sueños,
ideas de libertad que como nunca antes se habían visto presagiarían que todo
cambiaría para siempre. Entonces aquel hombre comenzó a soñar. Según Germán
Arciniegas en El hombre del Dorado, la leyenda del Dorado sería el estímulo
para que el sueño del manco de Lepanto escribiera El Quijote. Un sueño muy diferente
a lo que buscaban los que querían fama y fortuna en esas tierras recientes. Era
un sueño de ideales representado en ese personaje que todavía sigue luchando
contra las aspas de los molinos de viento. El había querido venir a estas
tierras, pero como no pudo, sólo se conformó con escuchar y leer las aventuras
de los conquistadores, y entre ellos las de Gonzalo Jiménez de Quezada. Un
sueño que se inmortalizaría. El hombre por fín hacía lo que sus contemporáneos
querían: Soñaba.
Y al soñar, generaría pesadillas iguales a las de los judíos. Entendió cómo
tras esas nuevas tierras que producían ensoñaciones, la avaricia por las
riquezas materiales generaría conflictos. En medio de todos esos sueños otros
idiomas con costumbres diferentes a la de Cervantes, con una religión más
pragmática harían que la conquista del oeste atrajera multitudes que
vislumbraban sueños de libertades. El sueño de la leyenda del Dorado había
desencadenado nuevas maneras de pensar. Vislumbró aquel hombre que a su sombra
vendrían nuevas pesadillas. No todo lo que fulgía era oro ni progreso porque
las guerras continuarían a pesar de esos sueños fabulosos. Se imaginó entonces
un país imaginario construido sobre un puente en el río más caudaloso del
mundo, y en el que cabían las respuestas a las inquietudes que ningún ser
humano había podido realizar. En las faldas de de aquella mujer que
representaban la estatua de la libertad se imaginó que los ejércitos modernos
se extraviarían, y a cambio de muertes flores misteriosas se irían posesionando
en los raudos corazones agitados , qué con tan sólo olerlas expelerían la paz y
la felicidad que buscaban. Todos querían conseguir esos sueños. Y sin embargo
las pesadillas continuarían, y los mismos hombres que habían querido que soñara
éste, ahora habían decidido que no tenía ningún derecho a éso. La igualdad con
la que soñaba, no era la misma de ellos. La libertad era una simple falacia.
Estaba encadenada. Supo de verdades que estaban ocultas. La codicia y la
avaricia eran los dueños en esos mundos adonde el más indecente prosperaba.
Esos sueños que aunque sueños eran quimeras que desbordaban la inquietud por la
busqueda de nuevas satisfacciones.Desde esa época el hombre continuó soñando.
La leyenda del Dorado se iría haciendo realidad. Las contradicciones seguirían
BOCHICA
La tradición juega un papel
muy importante en la cultura colombiana, sobre todo en las actuales comunidades
indígenas cuyas costumbres poco tienen que ver con las tradiciones cristinas.
Una de estas tradiciones que encontré en una fuente que parece fidedigna y
seria cuenta la historia de uno de los dioses más importantes de los Chibchas
que habitaban la zona del altiplano cundiboyacense. De todas formas, en mi
oponión, la historia contiene demasiadas conincidencias con la religión
católica, algo que parece poco probable debido al hecho de hablar de una
cultura totalmente diferente de la nuestra y la época mucho más antigua de la
llegada de los españoles cristianos a las tierras americanas.
El mito cuenta que en los tiempos remotos cuando todavía la Luna no
acompañaba a la Tierra en la meseta colombiana vivía el pueblo Chibcha. Vivían
en una tierra pródiga que sin mucho esfuerzo daba dos cosechas al año. Los
Chibchas se desarrollaron muy rápido y pronto olvidaron de sus dioses.
Dejaron de trabajar,
peleaban mucho entre sí y solo se ocupaban de los placeres. En esta situación,
Chia, la diosa de la noche, pidió un fuerte castigo para ellos, pero Suá, el
Sol y Bachué, la Naturaleza, decidieron darles otra oportunidad. Soplaron sobre
la Tierra y engendraron una parte de su deidad en el vientre de una mujer pura
y hermosa, esposa de un artesano. De este soplo divino nació un niño al que
llamaron Bochica, hijo del Cielo.
Bochica creció como un dios
civilizador de los indígenas, muy parecido al dios peruano Manco-Capac y el
mejicano Quetzalcoatl. Les enseñó a los indígenas a sembrar, a fabricar casas,
a tejer en algodón y el fique, a cocer el barro y hacer ollas, a construir
redes para coger los peces en los lagos y en los ríos, a fabricar arcos y
flechas para cazar en los bosques, les dio el calendario, códigos de respeto,
de convivencia y les enseñó a amar los dioses.
Cuando el pueblo empezó a vivir tranquilo, Bochica desapareció. Pero no había
pasado mucho tiempo, cuando los Chibchas volvieron a sus malas costumbres. Para
castigarlos los dioses enviaron una sequía tremenda y luego una inundación.
Cuando las aguas bajaron, los pocos sobrevivientes vieron llegar entre la bruma
que se levantaba al amanecer, un anciano de larga barba que caminaba ayudándose
con un bastón.
Bochica otra vez se ocupó
de su amado pueblo. Le regalo el fuego que secó sus ropas, que cocinó sus
alimentos, que les calentó en las noches… y se quedó con ellos. Cuando sintió
que se le acercaba la muerte, se escondió en la montaña.
Después de la muerte del
dios ocurrió algo increíble. El monte empezó a emanar un brillo profundo como
el fuego que Bochica había entregado a sus hombres después del diluvio. Las
piedras brillaban, pero no de color rojo, sino verde como la selva y como el
agua de la laguna. Este era el alma de Bochica y su tumba se había transformado
en un inmenso depósito de esmeraldas.
Esta es la historia del Bochica, un anciano de barba larga y blanca, de piel
blanca y ojos azules, envuelto en una manta grande que lo cubría hasta los pies
y con una varita de oro en la mano que sacrificó su vida para darles lo mejor a
su amado pueblo Chibcha y para quedarse en su memoria para siempre.
En las batallas y en las fiestas usaban los
chibchas instrumentos de música, algunos como especie de dulzainas, hechas de
arcilla cosida
La música
acompañaba todos los sucesos de sus vidas, incluso la guerra también música Muisca trata de evocar los paisajes imponentes, pero
igualmente fríos y brumosos de esta región.
La música forma parte, desde tiempos precolombinos, de las
ceremonias religiosas, fiestas y reuniones. Los indígenas utilizaron solamente
instrumentos de viento y de percusión. Con la llegada de los españoles se
introdujeron los instrumentos de cuerda y el mundo musical se hizo más
complejo.
A ello hay que agregar la influencia de la música africana,
importada por los esclavos, lo que originó una rica diversidad. Todos estos
ritmos fueron fusionándose, provocando nuevos ritmos. Estas diferentes formas
han otorgado a Colombia una rica heterogeneidad musical. Entre los ritmos más
conocidos destacan la salsa, el vallenato y la cumbia.
Por medio de su música realizaban rituales para adorar a sus
dioses y para hacer sanaciones
Nunca danzan. En parejas, ellos hacen danzas circulares o
colectivas
UBICACIÓN DE
LOS CHIBCHAS EN COLOMBIA
Su población estimada, sólo para los que habitan en el municipio
de Cota, es de 1.859 personas. Actualmente se reclaman como muisca cerca de
doce mil personas ubicadas en Bosa, Suba, Chía, Gachancipá, Tocancipá y
Sesquilé.
MUISCAS DE BOSA
La localidad de
Bosa está gobernada por la Alcaldía Local (o menor), cuyos ediles son elegidos
popularmente y deciden los planes de inversión que se manejarán en la
localidad. A su vez, cada barrio tiene Juntas de Acción Comunal, en cuyo seno
hay ONGs que pasan proyectos a la Alcaldía para que se realicen con ellos las
inversiones. Las Juntas no reciben dinero público directamente.
Esta localidad
está habitada por un buen número de personas, según las cifras que maneja el
cabildo, la población Muisca es de 1573 la comunidad indígena está ubicada en
su gran mayoría en las veredas en las que que actualmente se dedican
básicamente a la agricultura. El cultivo de maíz, alimento tradicional de la
comunidad, se hace a gran escala. Este producto básico se emplea en una gama muy
amplia y variada de recetas culinarias, entre otras en la producción de la
chicha, cuya tradición indígena es conocida en toda Colombia. Así mismo, se
cultivan toda clase de hortalizas, papa, arveja, fríjol, cebolla y zanahoria,
tanto para consumo interno, como para su comercialización. Paralelo a esto se
tienen parcelas dedicadas al cultivo de plantas medicinales para el consumo
familiar o comunitario.
MUISCAS EN SUBA
En Suba, la Comunidad Muisca de alrededor de 5000
miembros prácticamente quedó fundida con el crecimiento de la localidad. Su
Cabildo no posee Personería Jurídica debido a que perdieron sus Tierras. Hoy
están trabajando esforzadamente por mantener su identidad frente a las
autoridades locales y las de la Ciudad.
El cabildo es elegido por las comunidades para gobernar durante un año, ejerce su misión con relación a la adjudicación, conservación y defensa de las tierras de los resguardos. Es también de su competencia la resolución de problemas legales y la imposición de castigos. La estructura de los cabildos está conformada por una autoridad mayor que es el gobernador. El número de cabildantes depende de la extensión de su jurisdicción, cada vereda tiene derecho a elegir un alcalde. Al gobernador le sigue el suplente del gobernador, el tesorero, secretario, comisarios, alguaciles, alcaldes y fiscal. Cada miembro tiene una función determinada. Aunque cada cabildo siempre tiene el respaldo de sus respectivas comunidades para tomar las decisiones, su función principal es la de viabilizar la participación de toda la comunidad. En ese sentido el cabildo es una instancia democratizadora.
El cabildo es elegido por las comunidades para gobernar durante un año, ejerce su misión con relación a la adjudicación, conservación y defensa de las tierras de los resguardos. Es también de su competencia la resolución de problemas legales y la imposición de castigos. La estructura de los cabildos está conformada por una autoridad mayor que es el gobernador. El número de cabildantes depende de la extensión de su jurisdicción, cada vereda tiene derecho a elegir un alcalde. Al gobernador le sigue el suplente del gobernador, el tesorero, secretario, comisarios, alguaciles, alcaldes y fiscal. Cada miembro tiene una función determinada. Aunque cada cabildo siempre tiene el respaldo de sus respectivas comunidades para tomar las decisiones, su función principal es la de viabilizar la participación de toda la comunidad. En ese sentido el cabildo es una instancia democratizadora.
COMUNIDAD CHIA
Chía es un municipio de origen precolombino. Fue la cuna del reino
Muisca de Cundinamarca y estuvo gobernado por caciques, más específicamente por
el sucesor del Zipa de Bacatá.
“CHÍA” en lengua chibcha traduce: luna, divinidad de los Muiscas; de
allí su identidad como “Ciudad de la Luna”. En los recodos del río Funza y Simca o Rio frío y el cerro de
Tíquiza existió el pueblo aborigen de Chía. En 1537 llegó Gonzalo Jiménez de
Quesada con su expedición a celebrar la Semana Santa, que comenzaba al día
siguiente.
El 15 de noviembre de 1593 llegó al pueblo y repartimiento de Chía
el Oídor Miguel de Ibarra y en el censo encontró 1.753 indios. En 1783, durante
la Insurrección de los Comuneros, la marcha de los insurrectos hacia Santa Fe
se detuvo cerca a la población de Chía al cruce del Río Bogotá, en lo que hoy
se conoce como el Puente del Común. Allí el Virrey firmó una serie de
concesiones, que luego impugnaría por haber sido firmadas "bajo presión
COMUNIDAD
MUISCA EN COTA
Los Muiscas de Cota son un grupo que desde el
2006 es reconocido como parcialidad indígena1. A pesar de que este
reconocimiento ha significado para ellos un gran logro en términos que les permite posicionarse ante el Estado
Colombiano, ellos buscan cada vez obtener una ampliación de sus posibilidades
respecto a su participación y representación política en Colombia.
Dentro de su proceso de reconstrucción como
grupo, el cual se ha constituido como un proceso de revitalización de su
cultura y su identidad, aparecen como conceptos fundamentales el territorio y
el ordenamiento territorial, no solo porque su argumento central es que son una
comunidad que no puede existir por fuera de un territorio, sino porque además el
ordenamiento territorial se convierte en una base que les permite la producción
de normas2, que representan estrategias de resistencia frente al fenómeno de la
metropolización del Municipio.
La riqueza
musical colombiana no puede desconocer que es el resultado de procesos que
tardaron muchos años y en el cual participaron muchos grupos culturales, los cuales al entrar en contacto con nuestras culturas
indígenas dinamizaron tanto su propio lenguaje musical como el de los grupos aborígenes,
dando lugar a un nuevo proceso más complejo sin que se pueda establecer si más
o menos valioso, con respecto al que se llevaba a cabo en nuestras tierras. Indudablemente fue el
“descubrimiento” de América y la traída de esclavos el suceso que marcó la
historia musical de este continente.
Lastimosamente
de este proceso no se tiene indicios fieles sino desde épocas muy recientes en
las que la Etnomusicología se ha venido preocupando por su investigación.
Cada región
toma lo que más le llama la atención de la música y el instrumental de los
grupos con los que se veían involucrados. A partir de este obligado
intercambio, las regiones en Colombia comienzan a formar su propia riqueza
musical e instrumental y se generan expresiones musicales en una forma que se
podría denominar “híbrida”.
Es así como
con el correr de los siglos en la parte nororiental de la región andina o sea
en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca y Santander, surgen ritmos como la
guabina y el torbellino, que alcanzan un alto grado de madurez interpretativa y
de identificación social hasta el punto de ser considerados la música
representativa de la región.
Sucede lo
mismo en la región de la costa atlántica con el merengue Vallenato tanto el
interpretado con caja, acordeón y guacharaca, como la versión que de él
hicieran, a principios del siglo XX Guillermo Buitrago y Julio cesar Bovea
entre otros, interpretado con guitarra y guacharacas. Pero en esta parte de la
región atlántica aparece un fenómeno fundamental en la difusión de su música y
es la llegada de las últimas técnicas en grabación de sonido traídas a estas
tierras por visionarios como Antonio Fuentes, quien funda la primera compañía
discográfica de la región.
A mediados
del siglo XX se populariza a gran escala el Vallenato y con él, el Merengue
Vallenato, llevado a toda Colombia por las compañías disqueras.
A partir de
este momento cada región comienza a apropiarse del merengue y a interpretarlo a
su manera, lo mezclan, lo acomodan a su forma de sentir, de cantar, de tocar y de
bailar, comienzan a surgir expresiones musicales nuevas como la música
parrandera en Antioquia y el viejo Caldas que retoma elementos del merengue y
los fusiona con elementos propios de las músicas de la región y el merengue
Cundiboyacense que también hace lo mismo pero con elementos de Guabina,
torbellino y pasillo.
La radio
marca definitivamente la vida nacional; en unas regiones más que en otras, es
la causante que de cierta forma pasara a ser solamente un recuerdo el hacer
música en vivo como forma de entretenimiento.
En regiones
como Santander, Boyacá y Cundinamarca, la radio pasó a ocupar el primer lugar
en los hogares, sirviendo tanto de entretenimiento como de medio educativo. En
el sector campesino de Boyacá la emisora Radio Sutatenza jugó un papel
determinante en el proceso de educación y modernización. Pero tan significativo
fenómeno comenzó a desplazar las tertulias nocturnas a ritmo de torbellino,
coplas, canta y guabinas.
Siguiendo el
curso normal de apropiación, se comienza a interpretar en la región la música
escuchada en la radio pero con su inconfundible estilo boyacense y sin
necesidad de cambiar de instrumentación, ya que la usada para la interpretación
del torbellino; Tiple, requinto y guacharaca, se acomodaban perfectamente al
nuevo estilo, haciendo como innovación necesaria solamente una utilización más
práctica de la guitarra para la ejecución de los bajos.
El nuevo
Merengue boyacense retoma entonces la tímbrica de las voces guabineras y la
ejecución idéntica de la guacharaca que acompaña el torbellino.
Con el nuevo
merengue llegó a la región un “nuevo” instrumento; el requinto de guitarra
(Poco conocido), el cual tuvo una gran aceptación y su utilización comenzó a
desplazar un poco al requinto de tiple.
El primer
paso de esta apropiación (y de todas) fue la imitación, etapa en la cual suenan
los mismo merengues vallenatos pero con diferente instrumentación, diferente
tímbrica vocal y una ejecución más vivaz y menos marcada de la guacharaca.
El segundo
paso fue el fenómeno Parodia, “La gente empieza a tomar la música, las melodías
de las canciones y les pone letra propia, es decir, uno como que no se atreve
ante lo nuevo a embarcarse musicalmente pero si poéticamente.” .Aparecen
entonces innumerables canciones parodias de los temas vallenatos populares.
El siguiente
paso fue el experimento un poco tímido de la elaboración poética y musical de
sus propios merengues, aclimatando completamente este nuevo ritmo en la región
Cundiboyacense.
Esta etapa
comienza por plasmar el sentir campesino en sus canciones con su humor, su
copla a veces picaresca, su amor por la naturaleza, su entorno familiar y sus
problemas de campo. Este nuevo merengue fue llamado “merengue campesino”.
De la
aparición de la música mejicana parte otro suceso que actualmente lleva el
nombre de música norteña y que en vigencia y popularidad compite con la música
Carranguera.
El merengue
Cundiboyacense comienza su aclimatamiento urbano con el fenómeno de
desplazamiento favorecido por la cercanía de estas regiones a la capital del
país.
Del campo
hacia la ciudad, Jaime Castro (Los filipichines)
La radio
frente a este hecho interviene de nuevo haciendo una buena difusión urbana
capitalina de este estilo.
Con un
formato de conjunto de merengue boyacense (Requinto de tiple, Tiple, Guitarra y
guacharaca, pero haciendo énfasis en la utilización un poco olvidada del
requinto de tiple) hacen música involucrando además del merengue, la rumba
criolla, desaparecida casi por completo. Le impregnan un estilo más vivaz, más
ágil y alegre con un carácter para ser bailado, convencidos de que “la Música
entra por los pies”.
Es a partir
de 1977 cuando este conjunto comienza a tomar identidad y a tener aceptación.
El grupo fundado y liderado por Jorge Velosa Ruiz, toma el nombre de “Los
Carrangueros de Ráquira”. Población de origen de su fundador.
En
esta propuesta se pretende aprender de
la cultura chibcha y su música, luego enseñarla a una parte del colegio Reino de Holanda. Por esta razón realizamos
una conferencia a través de la cual mostramos todo lo concerniente a la cultura
chibcha, así como el legado cultural que nos ha dejado en la actualidad, su
música, sus instrumentos.
Al
final de cada conferencia se aplico una
encuesta para observar qué tanto se ha aprendido de esta cultura.
Para
este proyecto trabajamos con estudiantes del colegio Reino de Holanda, del grado 11.02 de la especialidad de música.
3.3.1. LA
ENCUESTA
Una encuesta es un conjunto de preguntas normalizadas
dirigidas a una muestra representativa de la población o instituciones, con el
fin de conocer estados de opinión o hechos específicos.
4.1.1.
HUMANOS
Tuvimos ayuda de nuestros compañeros
de la especialidad en música. Fueron los que nos colaboraron en el taller y la profesora Myriam Díaz quien nos ayudó en la
parte musical y teórica.
4.1.2.
MATERIALES
Utilizamos materiales como: cámara de
video, CD, computador y hojas blancas
FINANCIEROS
Dinero
4.2.
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
Fecha
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Actividad
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Objetivo
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Conclusión
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4 DE JUNIO
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Investigación
sobre la ubicación de los chibchas en Colombia
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Lograr
encontrar la ubicación actual de los chibchas en Colombia
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Encontramos
un documento en pdf donde nos muestra algunas zonas donde actualmente habitan
los chichas
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13 DE JUNIO
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Investigación
sobre que son ahora los lugares donde habitaba esta cultura
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Lograr
investigar que son ahora los lugares encontrados.
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Encontramos
diversos lugares como: Río Negro Vaupés,
Apaporis, Caquetá, Putumayo,
Los pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta, Los tule o kuna, Andes
y valles interandinos.
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26 DE JUNIO
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Resultados
y análisis de lo encontrado.
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Analizar
los resultados obtenidos y tomar lo necesario.
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En
el mismo documento encontramos un párrafo con mayor información el cual
tomamos como base para la investigación.
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5 DE JULIO
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Música
que se da en aquellos lugares
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Conocer
la música dada hoy en día en aquellos lugares.
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Se
encontró muy poco material a nivel musical por lo que decidimos no tomar esta
información.
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19 DE JULIO
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Organización
en el proyecto de grado
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Organizar los datos en el proyecto
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Organizamos los datos e información encontrados
en el proyecto de grado.
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24 DE JULIO
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Investigación
de la canción o melodía indígena- chibcha para la puesta en escena.
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Lograr
encontrar por YouTube una melodía chibcha para interpretarla con la flauta
traversa y el clarinete.
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Logramos
encontrar en YouTube una melodía y un canto chibcha.
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7 DE AGOSTO
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Transcribir
con ayuda de la profesora la melodía a partitura.
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Transcribir
la melodía a una partitura para interpretarla en flauta traversa y clarinete.
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La
profesora nos ayudó a transcribir la melodía entregándonos la partitura.
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21 DE AGOSTO
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Estudio
individual con la profesora de la melodía chibcha.
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La
profesora evaluara individualmente el estudio de la melodía.
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La
profesora nos escuchó y corrigió algunos errores de ritmo y tempo
individualmente.
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4 DE SEPTIEMBRE
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Hablar
con la profesora sobre el montaje musical.
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Buscar
opciones y definir la puesta en escena.
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Después
de hablar con la profesora ella nos asesoró sobre el montaje musical.
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7 DE SEPTIEMBRE
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Taller
sobre la música indígena a nuestros compañeros.
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Realizar
encuestas a nuestros compañeros sobre el conocimiento que cada uno tiene de
la cultura chibcha.
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Realizamos
el taller hablando sobre el conocimiento de cada uno de ellos y encontramos
varias dudas e interés en nuestros compañeros.
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20 DE SEPTIEMBRE
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Ensayo
sobre la puesta en escena.
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Ensayar
y lograr una buena interpretación.
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Ensayamos
con la flauta y el clarinete la partitura propuesta, la cual logramos interpretar con ayuda de nuestra
profesora.
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25 DE SEPTIEMBRE
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Ensayo
sobre la puesta en escena.
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Ensayar
y lograr una buena interpretación.
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Realizamos
un nuevo ensayo de la melodía propuesta logrando una buena interpretación con
nuestros instrumentos.
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27 DE SEPTIEMBRE
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Corrección
del trabajo escrito.
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Corregir
la parte escrita con ayuda de la profesora.
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La
profesora nos ayudó a corregir algunos errores en el trabajo escrito.
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5. RESULTADOS
5.1.
REFLEXIÓN
Aunque los Muiscas constituyeron una de las culturas más
florecientes de América prehispánica y aunque llegaron a un notable grado de
adelanto, también es cierto que muchas costumbres y vivencias de esa cultura no
sobrevivieron a la negación y al bloqueo cultural que era la política
implantada por la Corona en América como una forma de desarraigar a los pueblos
aborígenes y fortalecer la dominación.
Una de las fuertes políticas para acabar con esta cultura
fue la desorganización de los núcleos indígenas hasta llevarlos a un total
aislamiento para luego someterlos a la endoculturación, es decir sometiéndolos
poco a poco a la cultura hispana.
Hubo supervivencias de su religión en forma secreta, y
otras en forma pública como las peregrinaciones o romerías.
Una gran cantidad de indios Chibchas pasaron a las
encomiendas en el siglo XVI, y luego en 1592 con la reforma agraria implantada
por el presidente Antonio González pasaron a los Resguardos y por último en los
siglos XVIII, XIX y XX pasaron a conformar el campesinado de Boyacá. La doble
identidad hispano-chibcha se refleja en las formas de la Aculturación en Boyacá,
en donde encontramos la cerámica, la cestería, algunas supersticiones,
costumbres en los entierros, en el nacimiento.
Asimismo las supervivencias hispánicas se manifiestan en la música,
danzas, cantos, mitos, supersticiones, fiestas religiosas, coplas, proverbios,
refranes, trajes típicos y otros elementos. Estas supervivencias coexisten en
algunos casos, y en otros se han fusionado, adquiriendo "mestizaje. Encontramos
las costumbres funerarias en donde se mezclan elementos chibchas e hispánicos;
la costumbre de las lloronas o plañideras y las recomendaciones a los parientes
difuntos.
Aun
cuando la mayor parte de las supervivencias en el Folclor de Boyacá son
originarias de España, con adaptaciones al medio chibcha y con influencia del
medio ambiente, es innegable la subsistencia del espíritu y la mentalidad
indígena: la melancolía de la raza, la espontaneidad, la ingenuidad y el
detalle son representativos de la aculturación que se refleja en el Folclor
boyacense. A los aires musicales introducidos por los españoles en el Altiplano
y asimismo a sus danzas y cantos, se mezclaron los rasgos de la melancolía y
tristeza de los cantos chibchas, tristes y expresivos.
Su
población estimada, sólo para los que habitan en el municipio de Cota, es
de 1.859 personas. Actualmente se reclaman como muisca cerca de doce mil
personas ubicadas en Bosa, Suba, Chía, Gachancipá, Tocancipá y Sesquilé.
En cuanto a su música, no se
puede desconocer que es el resultado de un largo proceso en el que participaron
muchos grupos culturales. Indudablemente
fue la conquista de América y la traída de esclavos el suceso que marcó la
historia musical de este continente.
·
Que la cultura chibcha con el tiempo se fue
desapareciendo por que no hubo un reino y ni un monarca para
subsistir
·
Es un poco difícil rescatar la música chibcha ya que de esta solo quedan ritmos y
melodías
·
Como los chibchas no tenían instrumentos para
descubrir su origen entonces ellos
guiaban por todos los elementos de la
naturaleza como aire fuego agua tierra etc.
·
Los ritmos y melodías de los chibchas que
quedaron nos sirven para limpiar y purificar nuestros cuerpos ya que estos
fueron de gran ayuda para ellos
·
Se puede coger estos ritmos, melodías y
documentación para realizar y crear canciones sobre esta cultura
Nosotras como grupo de trabajo recomendamos lo siguiente:
·
Investigación a fondo y con tiempo
·
Interés en rescatar esta música:
·
Seguir con el tema de la música en esta
cultura ya que es algo muy importante
para nuestra cultura a nivel social académico ya que este tema es extenso y de
gran importancia en la música pues son nuestros antepasados.
Texto Muisca, publicado por: NIÑO, Hugo, Literatura Aborigen de Colombia,
Bogotá, Cotcultura, 1978, pp. 475-494.
Walter
Krieckeberg, en: Mitos y leyendas de los aztecas, incas, mayas y muiscas,
México, Fondo de Cultura Económica, 1a.
edición,
1971, pp. 151-163.
- http://www.interdis.unalmed.edu.co/curso/musica%20indigena.pdf
- http://acontratiempo.bibliotecanacional.gov.co/?ediciones/revista-13/articulos/investigacin-sobre-msicas-indgenas-en-colombia-primera-parte-un-panorama-regional.html
- http://www.youtube.com/watch?v=xPnt43jRBEE&feature=related
- http://www.youtube.com/watch?v=sMGIujLyQJg&feature=related
- http://www.tareaescolar.net/materias/historia%20colombia/Cultura%20chibcha.htm?
- http://www.misteriosdenuestromundo.com/index.php/tag/cultura-muisca-o-chibcha/
Literatura
Aborigen de Colombia, Bogotá, Cotcultura, 1978, pp. 475-494.